Uf! ya casi no me acuerdo! Lo que más se le parece entre mis recuerdos infantiles es la enciclopedia "Lo Se Todo" con sus doce tomos de colores, que eran para mís 10 años, una fuente inagotable de saberes. Siempre, siempre, la tarea de la escuela se podía resolver con ellos. Y también estaban los seis tomos del diccionario Salvat! Apenas manejables, del tamaño de la guía telefónica (sí! otra antigüedad!) pero con tapas de cuero y oliendo a saber.
Hoy, San Google, nos saca de la ignorancia. Desde averiguarlo todo sobre Kuala Lumpur hasta conocer a fondo los secretos de cómo solucionar los problemas de humedad de cimientos. Ejercitando un poco el criterio se puede encontrar rápidamente la información que se busca.
Por ahí leí alguna vez "lo que no está en google no existe" y casi casi que compro esa idea. Obviamente, ya sé, hay mucho que queda fuera. Mucho y muchos, que la brecha digital deja del otro lado. Pero para el trabajo, para el estudio, Google, entendido por la puerta grande hacia los contenidos de internet, nos ha reformulado el paisaje. Y es más que bienvenido, más que indispensable. Hoy ya casi no me acuerdo como era el mundo sin Google, y la verdad ni la nostalgia ni el olor a saber, hacen que extrañe ese antes sin la "Gran Puerta".
domingo, 6 de abril de 2008
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